sábado, 29 de diciembre de 2012

32 velas





- ¡Felicidades mamá!- me dice Cecilia mientras me abraza y me da un beso sonoro.



18 de Junio y hoy es mi 32 cumpleaños. Como todos los años tengo preparada una cena familiar con mis padres, mi hermano mediano Jorge, su mujer Laura, Álvaro, mi hermano pequeño , y mi hija Cecilia. ¡Menos mal que han podido sacar a las niñas de Jorge del hospital y pueden venir!. El pasado 5 de Junio Laura dió a luz y se complicó un poco la cesárea y decidieron dejar a las pequeñas María y Lola en observación. El médico les ha dicho que estaban muy bien y se las han podido llevar hoy a casa, o sea que hoy será la primera vez que salen a la calle.



Cecilia como todos los años ha venido a despertarme con su regalo, es siempre muy detallista. Seguro que es algún detalle hecho por ella. Le encanta diseñar, se pega el día viendo vídeos en Youtube de manualidades, maquillajes, recetas... Está muy de moda hacerte "gurú" en la red. Ella también se ha hecho un blog en el que cuelga todo lo que hace. Incluso a veces se graba haciendo tutoriales. No sé como no le da vergüenza que todo el mundo le vea, con lo tímida y vergonzosa que era yo a su edad.



Cecilia tiene 16 años y acaba de terminar los últimos exámenes de 4º de la ESO. Ha sacado muy buenas notas, quiere estudiar Fisioterapia. Le piden una nota bastante alta en selectividad y estudia mucho para que le llegue la media.

Está saliendo con un chico de su curso, se llama Roberto, es buen chico aunque un poco vago, también ha aprobado todo pero creo que su media ha sido de 5,75. Me dijo Ceci que quería estudiar Magisterio de Educación Física, espero que este año se esfuerce más, si no va a tener que repetir selectividad en septiembre o elegir otra carrera, creo que para esa carrera piden un 6,25 como mínimo.


- Gracias cariño- empiezo a romper el papel y saco un estuche de madera pintado con pinturas brillantes lleno de brochas de maquillaje y cosméticos.- ¡Como te gustan estas cositas Ceci!

- Ya lo sabes mami, ¿me las dejarás? Hay un azul celeste muy chulo!- me dice mientra abre la sombra de ojo y se aplica en la mano un poco con el dedo.
- ¡Si sabes que tengo miles de sombras de ojos! - le digo mientras le guiño un ojo.
- Ya lo se pero es que las vi en Beauty Center y me encantaron!- me pone cara de corderito.
- Muchas gracias cariño, vamos a desayunar, ayer compré unos pastelitos en la tienda de abajo y nos vamos a pasar la dieta un poco por alto.


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¡Podían dar fiesta el día del cumpleaños! Bueno, por lo menos lo celebraremos. También compré dos bandejas de pasteles para mis compañeros y luego bajaré a comprar algunas tapas.
Trabajo como responsable de compras y ventas en una multinacional española. Nos dedicamos al sector textil y en la empresa estamos unas doscientas personas. Hace 3 años esta empresa decidió crear una sede en Zaragoza y decidí echar un curriculum. Había trabajado durante 5 años en una empresa auditora y gracias a mi experiencia decidieron contratarme.


- Felicidades! - me dice Sara la recepcionista mientras se levanta y me da un par de besos

- Gracias Sara! que lástima que no den fiesta el día del cumpleaños, por lo menos traigo estos pastelitos para que se nos endulce algo la mañana. ¡Y encima es Lunes!
-¿Te han regalado alguna cosa?- dice Sara mientras coloca los periódicos en la mesita de la entrada.
- Si, mi hija Cecilia, una caja hecha por ella llena de cosas de maquillaje ¡le encantan!
- A mi también me encantan, me pego el día viendo el blog de una chica que se ha hecho muy famosa, creo que el blog es isablog- me dice mientras me lo apunta en un papel.
- Si ya se quien es, mi hija también se pega el día con sus videos- le digo mientras voy caminando hacia el despacho.


Entro dentro de la oficina mientras mis compañeros vienen a felicitarme, algunos aún no han llegado. En la oficina somos 14 personas en total, los demás se encuentran en el almacén y en la sala de fabricación.



Entro en el despacho y veo encima de la mesa una caja con una nota. Abro la caja y son bombones de la bombonería de la Calle Cádiz, ¡como me gustan! Abro la carta mientras me como uno y es una tarjeta de felicitación y una nota que pone "¿Cuándo me invitas a cenar y de paso me explicas todo?". Seguro que es de Francisco, el jefe de producción. Me dirijo a su despacho para darle las gracias.



- Buenos días Andrea, muchas felicidades! - me dice mientras se dirige hacia mi para darme dos besos.

- Venía para darte las gracias Francisco, me encantan los bombones, y además los de esta bombonería son mis preferidos.- Le digo mientras le ofrezco uno.
- ¿Bombones? Si se que te gustan tanto te habría comprado bombones, pero no he sido yo, y ya me fastidia ya, porque ahora he quedado fatal.
Me quedo con cara de idiota.
- Pues entonces ¿quién ha sido?- Pregunto retóricamente con cara de boba.
- Pues tendrás otro admirador... pero esta vez SECRETO... - me dice mientras me guiña un ojo.


Que tonta, yo creía que había sido Francisco. Lleva pidiéndome que vayamos a cenar desde que entré y siempre le doy largas. Francisco vino como jefe de producción desde la empresa que había en Barcelona, allí era encargado y le ofrecieron el ascenso pero trasladándolo de ciudad. Como no tenía ninguna atadura allí decidió venirse a Zaragoza. Siempre dice que le encanta porque es una ciudad ni demasiado grande ni demasiado pequeña y que si echa de menos a su familia en una hora y media está allí con el AVE. Tiene 35 años y está divorciado, se casó con 30 después de pegarse 8 años de noviazgo y el matrimonio duró 2 años. Cuando ella le dejó decidió venirse aquí  Él siempre cuenta que ella le dejó porque trabajaba demasiado, pero la versión oficial es que se había liado con la mitad de sus compañeras, su mujer se enteró la última como pasa siempre y decidió irse a vivir con una amiga a un pueblo de Tarragona.  Yo siempre le digo que no cuando me propone ir a cenar porque se que es un mujeriego y si pasa algo no quiero tener que verlo todos los días a las 8 de la mañana. Por querer no me importaría porque está como un tren. Mide 1,85, es atlético, moreno, con bastante pelo, que ya es una ventaja, tiene los ojos verdes, labios carnosos, me encantan sus manos porque tiene los dedos largos, y los dedos ni gruesos ni delgados, en su justa medida.

Tampoco me importaría decirle que no algún día porque llevo 8 meses y 7 días sin acostarme con un hombre, menos mal que existe internet para poder tener algun "affair" de vez en cuando. Aunque no me llene demasiado sé que tener una hija me quita muchas posibilidades para tener una relación.


Me ha venido a la mente cuando tuve a Andrea con 15 años y 9 meses. Jovencísima, si, lo sé. Una inconsciencia por mi parte. Pero no me arrepiento de haberla tenido, ya que con la ayuda de mis padres todo ha sido mucho más fácil. Me acuerdo el día que se lo tuve que decir. Primero se lo dije a mi madre, ¡como lloraba! - ¿Y ahora que hacemos?- decía mientras no paraba de sacar la vajillería de la librería y volverla a colocar de nuevo.

Cuando se lo dije a mi padre se quedó callado y no habló en 15 días. Salía para ir a trabajar, volvía, se sentaba en el sofá, se ponía la tele o leía un libro. Ni siquiera hablaba con mi madre.
Mis hermanos tampoco decían mucho, Jorge tenía 11 años y Álvaro tenía 9.
El 16º día entró mi padre por la puerta y me dijo: "Saldremos de esta, no eres la primera ni la última". Me abrazó, me acuerdo de pegarme el resto del día llorando e imaginándome como iba a compaginar el 2º año de instituto, cambiando pañales y dando el pecho.
Ahora en las reuniones familiares todo es tan normal. Solo que mi hija y yo parecemos hermanas y mi madre es una abuela jovencísima. Mi madre, Pilar, me tuvo con 21 años, fue abuela con 36 años. Y ahora con 52 años presume de su nieta.
Espero que no le lleguen a hacer tatarabuela y Cecilia tenga más cabeza que yo.



- ¡Las 11! - digo en alto mientras salgo del despacho y me dirijo a recoger las tapas del bar del centro comercial. - Sara, si hay alguna llamada urgente me la pasas al móvil.

- Vale. Tengo esta carta para ti- me da un sobre ¿rojo?


Abro el sobre mientras me dirijo al ascensor y saco otra tarjeta de felicitación. "Seguro que te he dejado pensativa toda la mañana, espero felicitarte personalmente muy pronto. Besos."

La verdad que me he pegado toda la mañana pensando en quien podía haberme enviado la felicitación. Como haya sido alguna broma de Cecilia para tenerme intrigada se va a enterar.


Miro el móvil y tengo ¿15 whatsapp? ¡¡¡que pereza leer!!!. Felicitaciones de mis primas, amigos y compañeros de la facultad y ¿un número que no tengo?



-"Hola, ya tienes mi número de teléfono, cuando quieras puedes llamarme".

Estoy muy intrigada, pero de ahí a llamarle... voy a contestarle el whatsapp.


-"Hola misterioso, gracias por los bombones. A toda la oficina le han encantado también y te dan las gracias. No me gusta llamar a desconocidos"



A ver si se decide a decirme quien es. Realmente no debería seguirle el juego pero no tengo nada mejor que hacer, un poco de emoción en la vida no está mal.



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